NOISEAR
«Subvert The Dominant Paradigm»
(Relapse Records)
Al leer el nombre del grupo, ya podemos ir teniendo una idea del sonido del disco, pero seguramente no tengamos la suerte de embocar en la primera oportunidad. ¿Por qué? Porque el disco está bastante disociado en cuanto a los subestilos que escucharemos a lo largo de las treinta canciones que lo componen.
Los primeros dos temas: “Breaking Bad At The Mulberry” y “Waiting To Be Born”, no sólo son auditivamente distintos al resto del trabajo (donde el covocalista desluce la tarea de las guitarras, muy similares a Pig Destroyer) sino que nos parece asegurar una grabación dedicada al Crust. No es para menos, de las treinta canciones, solo nueve sobrepasan el minuto de duración.
A partir del tercer tema, hay un cambio de vocalista que ofrece una voz gutural y nos reubica en el Grindcore, mientras tanto, el plan de la primera guitarra comienza a ser evidente: meter sonidos agudos que vayan contra la densidad del resto de los instrumentos, hasta que la canción número cinco («Global Warning»), directamente parece una experimentación de ruido descarada. La batería tiene pocas variaciones, el bajo es de nula participación (sólo tiene el crédito de una intro, y se destaca recién en la canción número 23) y las guitarras siguen imponiendo juegos de escalas evidentes, algunas incluso recuerdan las experimentaciones del Deathcore. Hacia la mitad del disco, el Crust vuelve a tomar la posta, desde el tema “Slave” (número 14) hasta que nos topamos con “Life Consumed You” (tema 17) que integra una melodía más armónica entre tanto cambio absurdo. No contentos con introducirnos distintas fusiones que seguramente, los únicos capaces de explicar sean los propios músicos de Noisear, seguimos encontrando vestigios Crust, algunos rozando el Punk (sonidos de sexta, quinta y cuarta cuerda juntos) hasta que se confirma la tendencia en la canción número 23, momento que el covocalista se apodera del micrófono y definitivamente, hace un homenaje al Crust: 53 segundos de lo que parece una tercera voz, desprolija, antisistema y ajena a los instrumentos.
Al llegar a la canción número 26, nos llevamos la sorpresa de que se encuentra en español (“Almas Por El Infierno” es el título) y aquí no haremos más que escuchar una serie de insultos… con un nuevo subgénero detrás: el Goregrind dice presente.
¿Nos esperan más sorpresas? Sí… al llegar a la última canción («Noisearuption»), tendremos el disgusto de ver su duración: veinte minutos! Los cuales contrastan con la poca creatividad que acompaña el resto del disco, paradójicamente en composiciones que raramente sobrepasan los sesenta segundos.
¿Qué escucharemos en esos veinte minutos? Absolutamente nada, sólo ruido. Una guerra de amplificadores tal vez, pero soy muy generosa con esta definicón.
¿Tiene algo positivo el disco? Sí, los títulos de los temas son bastante interesantes. Entonces, lo recomendable sería quedarse con los nombres de los mismos (se encuentran en cualquier sitio de internet) pero intentar adentrarse al contenido, por ejemplo adquiriendo la mercadería o descargando el trabajo de Noisear, es algo que definitivamente pensaría dos veces.
Mariana Silva.