WITCHTRAP
«Vengeance Is My Name»
(Dirty Sound Records)
Witchtrap es una banda que ha ganado cierto mérito en la escena underground gracias a la popularidad de sus álbumes «Sorceress Bitch» y «No Anesthesia» fundamentalmente; tras un periodo de seis años, la banda embiste con su nueva producción en CD «Vengeance Is My Name».
Para aquellos que poco o nada saben del grupo, Witchtrap posee dentro de su arsenal sonoro temas muy orientados hacia el viejo Thrash germano, sazonado con el sonido de la vieja guardia.
En primera instancia llama la atención la carátula, la cual aún cuando trata de una ilustración de Matt “Putrid” (Archgoat, Nunslaughter) a simple vista parece una lámina de aquellas que vienen en las envolturas de las chocolatinas, con la ilustración de un par de cavernícolas dándole caza a un mamut, como si la banda anunciara con ello la ineludible embestida sonora que le aguarda al oyente.
La estructura musical de esta nueva placa no dista mucho de sus álbumes previos, se evidencia una mucho mejor técnica vocal apelando a un canto más limpio, pero igual con tonos agudos y desgarrados, lo cual permite apreciar mejor las letras y entrever que el vocal ha puesto énfasis en poner su sello personal, logrando en efecto temas poderosos que de seguro muchos corearán en vivo; se destaca además la gran calidad en el sonido en el que se escucha satisfactoriamente todos los instrumentos.
Si en «No Anesthesia» encontramos riffs y armonías que nos recuerdan a Destruction, Possessed y Tankard, en «Vengeance Is My Name» se aprecia que la banda se ha esforzado con éxito en componer temas muy memorables en una amalgama de buenos riffs y ritmos rápidos servidos en un buen ejecutado Thrash como plato fuerte, lo cual excusa con creces los seis años de añejamiento de este álbum.
En lo personal destaco los temas “Put to Death”, “Queen of Hell”, “Venomous Breath”, “Pay in Blood” y “I’ll Take Your Head”.
La temática “oscura” y “maligna” sigue presente y recurrente, incluso se destaca un cambio en el logo, al cual se ha incorporado una cruz invertida; en general, las letras se han enfocado a dejar en claro la lealtad y devoción de sus integrantes por la vieja guardia y la clara intención de no dejar títere con cabeza.
La producción del disco es impecable, el librillo es un mini-poster plegable, en un esmero de la banda en dar a sus fans un material digno de colección sin necesidad de llegar al perfeccionismo, esto es una muestra del gran respeto hacia su fanaticada de otorgar un material de primera mano, pues ellos mismos empacan los discos.
«Vengeance Is My Name» es un álbum sólido, directo y sin tapujos, grabado visceralmente como ya nos han acostumbrado los hermanos Uribe, lo cual muestra un claro entendimiento entre ambos a la hora de componer y deleitarnos con un Thrash primigenio preparado en el mismo caldero del diablo a fuego lento (seis años desde el «No Anesthesia») y sazonado con el aliño de la vieja guardia. Recomendado para adeptos del Thrash añejo!
Carlos Vinasco.
