COUNT RAVEN
«Mammons War»
(I Hate Records)
En plena era de reuniones de bandas tras años de haberse disuelto, seguramente la vuelta de los suecos Count Raven era la más esperada por los fans más acérrimos del Doom Metal. Para los que no están muy familiarizados con la banda, repasemos un poco la historia. Se formaron en 1987 bajo el nombre de Stormvarning, cambiándose a Count Raven dos años más tarde, editando su álbum debút «Storm Warning» en 1990 con la formación constituída por Christian Linderson (voz), Don «Fodde» Fondelius (guitarra), Tommy «Wilbur» Eriksson (bajo) y Christer «Renfield» Petterson (batería). Luego Linderson abandonó el puesto, y la banda quedó como trío pasando Fodde a ocupar su lugar. Asi editaron tres discos más de gran nivel como lo fueron «Destruction Of The Void» (1992), «High On Infinity» (1993) y «Messiah Of Confusion» (1996) hasta que se terminaron separando en 1999.
En 2003 hubo un intento de reunión que resultó en algunas presentaciones en vivo, hasta que volvieron a surgir viejas diferencias, y las cosas no resultaron. Pero esta vez, Fodde decidió continuar adelante y reclutó a Fredrik Jansson en bajo y Jens Bock en batería para comenzar a trabajar lentamente en un nuevo álbum.
El proceso de composición de «Mammons War» comenzó en el 2006, y se demoró tanto debido al tiempo que se tomó la banda en ensayar, ajustar detalles, y hacer según ellos, que el álbum sea un viaje de emociones, condición a cumplir si se trata de este género.
Y vaya si lo han logrado! Simplemente leyendo las letras vemos que hay cuestionamientos existencialistas, búsqueda de conocimiento, reflexiones, y sentimientos de frustración por todas las injusticias y la insensibilidad del mundo actual. Sin ir más lejos el título advierte esto por sí mismo, ya que «Mammons» es un término derivado de la Biblia utilizado para describir la codicia y la avaricia material.
Pasando a lo estrictamente musical, el trío realiza un enorme trabajo con composiciones maduras y acordes a las líricas, característica que el grupo mantiene a la perfección como si el tiempo no hubiese pasado.
De esa manera nos sumergen en una experiencia única durante casi setenta minutos, en los cuales logran transmitir las emociones que la banda se había propuesto transmitir, con riffs densos, pesados y oscuros, pero gancheros, con ese dejo de blues muy a lo Tony Iommi, pero llevados al extremo como el Doom más tradicional nos tiene acostumbrados.
La voz de Fodder continúa intacta con ese tono al estilo Ozzy, y si no lo escuchaste antes, seguro tendrás la reacción instantánea de decir «es Ozzy!» al escucharlo por primera vez. El mismo vocalista también se encarga de los sintetizadores generando las atmósferas necesarias en los lugares correctos, siendo por momentos más oscuras y apocalípticas, y en otros más psicodélicas.
En cuanto a Jansson y Bock, ambos realizan un buen trabajo, y eso indica que Fodder acertó en la elección de los reemplazantes de los miembros originales.
El tiempo de espera valió la pena, este disco es 100 % emoción, simplemente pura magia Doom. Imperdible.
Para más info: www.myspace.com/countraventheband
Jorge Patacas.
