TRASH COWBOYS
«The Good, The Bad & The Nasty»
(FNA Records)
La historia de los Trash Cowboys comienza en 1987, en Hollywood, al mejor estilo Expendables 2 (la película de Stallone) cuando Bradley Rude, guitarra del combo, se cruza con un borracho llamado Nikki Sleaze, tirado afuera de una tienda de licores, y este último le dice “Yo se cantar”.
Afuera de otra tienda sobre la Sunset, cerca del famoso Guitar Center (donde los artistas ponen las manos en placas, como se hace en el Teatro Chino), tres días después, a la 1:30 AM, estaban los dos tomando whisky y aparece un flaco alto de pelo negro batido, anteojos, cuero, botas y la actitud más “Bad Ass” que estos chicos hayan visto y les dice “Soy el mejor baterista que ustedes putos hayan visto y estoy buscando banda”, ese era Jojo Durant. Al bajista Jamii Sins lo descubren en una fiesta, en la cual estaba rodeado de unas siete u ocho hermosas mujeres.
La comparación con la película viene a la escena donde aparece Chuck Norris de la nada y mata a todos los malos, por lo que el relato de esta historia, donde sus integrantes van apareciendo de la nada, me recordó al filme.
Trash Cowboys representa al más controversial sleaze glam de la movida angelina de la década de los 80s.
Su fama vino cuando en su primer show Nikki muestra su pene en medio del show, mientras en el pecho tenía escrito “Mámalo”. Muy Sleazy y muy “Nasty”.
Tras lo sucedido, mientras los recintos no los querían por el show alocado que hacían, los por aquel entonces jóvenes los adoraban, habiéndoles permitido llegar a ser teloneros de los reyes del glam, Motley Crue.
“The Good, The Bad, & The Nasty” se compone por las grabaciones de este combo, comprendidas entre 1987 y 1991.
La temática, no sale de lo ya conocido; guitarras eléctricas, bases rítmicas vivaces, y composiciones que invitan al festejo.
Macc D. Knife aparentemente se había convertido en el vocalista de estos Vaqueros Basureros y es quien aparece en casi todas las canciones. Este posee una voz tono medio casi agudo, en algunas canciones pareciéndose a Vince Neil y en otras a Bret Michaels, cuando canta un poco más grave.
Las primeras nueve canciones son de buena calidad sonora y son las que vocaliza Macc, mientras que las últimas cuatro son las que se grabaron con Nikki en su primer demo. La calidad de esta sección es bastante pobre, en la que aparentemente no se ha podido mejorar aún más el sonido.
La voz de Macc es más aceptable al oído, siendo la de Nikki más orientada al placer de los que escuchan punk, con menos amplitud de notas.
Así que tenemos casi un disco completo de buen material, y lo último será cuestión de comprender que es material sacado de un cofre sucio y lleno de tierra.
Ahora, no quiero pensar lo que debe haber sido los mediados y finales de los ochentas, aquí en Hollywood. Fiesta y rock and roll a cagar!
Ahora hay una opción más en CD por los próximos meses en el mercado. Sepan que este tipo de discos físicos pasan a ser joyas de gran valor al cabo de que se termina la tirada. Sépase que cuando este disco valga 200 o por qué no 500 dólares, van a haber querido tener uno en su colección!
Más info en: www.fnarecords.net
Lucas Gordon.
